Una de las lesiones más comunes que sufrimos en casa, trabajo o entorno habitual son las quemaduras. Las quemaduras afectan a los tejidos blandos por exposición prolongada al sol, las llamas, las explosiones, las fricciones, agentes físicos (estufas, braseros, planchas, frío extremo) químicos (ácidos ,sosa cáustica, cal) o eléctricos y, por escaldadura (agua o aceite muy calientes).
Su gravedad depende de la temperatura, el medio y del tiempo de exposición así como de la ubicación en el cuerpo, la extensión y el estado físico y edad de la víctima. Podemos encontrarnos con diferentes tipos de quemaduras y es importante saber diferenciarlas para aplicarle los cuidados oportunos.
- QUEMADURAS DE PRIMER GRADO
Son las que lesionan la capa superficial de la piel y suelen estar causadas por el sol o la exposición a calor seco o húmedo proveniente de planchas o líquidos calientes.
La piel se enrojece, se reseca y produce un dolor tipo ardor. Puede tener inflamación moderada y una gran sensibilidad.

- QUEMADURAS DE SEGUNDO GRADO
Afectan tanto a la capa superficial de la dermis como a la subyacente, provocan enrojecimiento, dolor, inflamación y ampollas.
No debemos pinchar ni reventar las ampollas ya que puede dar lugar a infecciones y complicaciones de la lesión.
Este tipo de heridas son muy dolorosas y su tratamiento es similar al de las de primer grado, en caso de que la quemadura sea profunda debemos acudir a un centro médico para que puedan proporcionarnos un tratamiento adecuado.
- QUEMADURAS DE TERCER GRADO
Este tipo de quemadura se extiende e niveles más profundos; afecta los tejidos que se encuentran debajo de la piel como vasos sanguíneos, tendones, nervios, músculos y pueden llegar a lesionar el hueso.
En este caso es muy importante solicitar ayuda médica ya que dependiendo de la extensión de la lesión puede verse comprometida la vida o que una parte del cuerpo quede afectada para siempre. Podemos medir la extensión afectada con la palma de la mano, con los dedos extendidos, correspondiéndose esta con un 1% de afectación.
Se consideran zonas de gravedad la cara, las manos y los pies, la zona genital, los alrededores de los orificios naturales(boca, nariz, ano, ojos, oídos), las articulaciones y zonas de flexión, y las quemaduras que rodeen toda la circunferencia de una parte del cuerpo.
Lo principal es tranquilizar a la víctima y avisar inmediatamente a los servicios sanitarios o de emergencia (112 y 061 en España). No retirar bajo ningún concepto las prendas quemadas y adheridas a la piel ya que con ellas podemos llevarnos parte del tejido. Cubriremos la zona afectada con un paño húmedo y limpio o con una tela seca y limpia, podemos utilizar una sábana si la superficie es muy extensa.
No aplicaremos nunca agua fría sobre la quemadura, esto puede producir un shock. Si los dedos de manos y/o pies se ven afectados los separaremos con compresas secas o paños limpios. No debemos soplar ni toser sobre la lesión ni tocar la piel muerta o ampollada. No aplicaremos ningún tipo de ungüento ni medicamento sobre la quemadura ni administraremos medicación vía oral. Debemos comprobar que la persona esté consciente y medir sus constantes mientras no llegan los servicios médicos.
En la siguiente publicación continuaremos hablando de más tipos de quemaduras y de cómo debemos actuar frente a ellas.
En la siguiente publicación continuaremos hablando de más tipos de quemaduras y de cómo debemos actuar frente a ellas.
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