Normalmente, en un adulto o niño mayor de un año, sabremos que se ha atragantado por el llamado “gesto universal de asfixia”, que consiste en que, la víctima, al atragantarse, rodeará el cuello con sus manos.
A esto, se suman los signos comunes de asfixia, tales como labios morados, color pálido-azulado en la cara, incapacidad para hablar o emitir sonidos…
Ante una situación de atragantamiento, lo primero que debemos hacer el preguntarle a la víctima si se ha atragantado y necesita ayuda. Parece ridículo hacer esta pregunta, pero si la víctima logra contestarnos, aunque sea con dificultad, significa que sus vías respiratorias no están obstruidas por completo y que se trata de un atragantamiento leve y generalmente, el adulto o niño de más de un año será capaz de liberas la vía aérea por sí mismo.
Es muy recomendable:
- Pedirle a la persona que siga tosiendo para conseguir desbloquear las vías respiratorias y nunca darle palmadas en la espalda, pues podría empeorar la situación.
- Eliminar cualquier bloqueo obvio de su boca usando los dedos índice y pulgar para intentar agarrar el objeto siempre y cuando sea visible.
Es muy importante permanecer atentos por si el atragantamiento pasase a ser una obstrucción más severa.
Si la víctima no logra contestar a la pregunta o tan sólo puede gesticular, procederemos a realizar la “Maniobra de Hemlich”, hasta que expulse el objeto que causa la obstrucción, o caiga inconsciente.
Ésta maniobra, también llamada compresión abdominal, es una técnica que, por medio de la compresión del abdomen, crea una fuerza expulsora que actúa desde los pulmones hasta las vías superiores. La velocidad de la corriente aérea que se genera es a menudo suficiente para impulsar de forma forzada el objeto que obstruye las vías aéreas y hacerlo salir.
Para realizar esta técnicas tendremos que:
- Colocarnos detras la persona que se está atragantando.
- Rodearemos con nuestros brazos la cintura de la víctima e le inclinaremos hacia adelante.
- Pondremos la mano cerrada en un puño justo por encima del ombligo, a la altura de la boca del estómago de la persona atragantada.
- Colocaremos la otra mano encima de nuestro puño y en este momento tiraremos hacia atrás y hacia arriba con ambas manos haciendo un movimiento brusco y seco.
- Alternaremos este proceso con las palmadas en la espalda (que fuerone xplicada en la entrada anterior sobre los atragantamientos en lactantes) hasta que el cuerpo extraño sea expulsado por la boca, o hasta que llegue la ayuda médica.
Una vez que las vías respiratorias de la persona se hayan liberado, es posible que partes del material que causaba la obstrucción se puedan quedar y causar complicaciones más tarde. Si la persona tiene tos persistente, dificultad tragando o siente que algo se le ha atragantado, necesita ver a un profesional con urgencia.
Si la persona no consigue expulsar el cuerpo extraño que obstruye sus vías respiratorias y pierde el conocimiento hay que iniciar rápidamente las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP)
Un saludo.
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